¿Y si nunca encontramos judías mágicas? ¿ Y si solo encontramos... judías?

martes, 11 de febrero de 2014

Los caprichos de Mozart

Sólo nos vimos una vez, y sin embargo los dos lo recordamos perfectamente. 
Esperábamos para entrar al concierto, y tú estabas parado y tranquilo, sujetando el contrabajo más bonito que yo había visto en mi vida.
Yo tenía 14 años, creo, y tenía una vida de la que tú no formabas parte. Tú tendrías 21, y mirabas al frente esperando el momento para salir al escenario. 
Recuerdo que miraba el contrabajo totalmente fascinada. Por aquel entonces creo que nunca había visto uno tan cerca, y de pronto tú te giraste, me pillaste de pleno mirando descaradamente, y sonreíste. Sonreíste con la misma sonrisa de buena persona que tienes hoy, la mejor y más sincera que conozco. 
No me dirigiste ni una palabra, giraste el contrabajo para que pudiera verlo mejor, y volviste a ponerlo en su posición cuando yo aparté la mirada con vergüenza. 
No nos felicitamos por el concierto, no nos preguntamos el nombre, no nos despedimos cuando nuestros caminos se alejaron. Alguna vez creo que te vi por el conservatorio. Nunca nos dijimos nada de nada. 

La vida da vueltas y el destino es caprichoso. 5 años después, volvimos a coincidir en un concierto. Esta vez yo no cantaba, si no que  tocaba el violín, y tú seguías llevando el mismo contrabajo. Cuando te vi esperando para entrar al escenario, tan tranquilo y tan serio, cuando te giraste y me sonreíste como aquella primera vez que vi tus labios, tuve la sensación de que sin saber ni cómo ni por qué, esta vez tú y yo no nos íbamos a dejar escapar. 

http://coroalmeria.es/?p=131




1 comentario: