¿Y si nunca encontramos judías mágicas? ¿ Y si solo encontramos... judías?

jueves, 31 de marzo de 2011

Cuestionario



Yessi, del Blog http://yessi-edain.blogspot.com/, me ha invitado a este cuestionario. Después tendré que elegir 5 blogs (me parece, no sé muy bien del tema). Espero que disfruten las respuestas.

¿Cuantas preguntas puedes contestar inteligentemente?


Procuro contestar a todas con inteligencia, pero claro, la pata la metemos todos alguna vez. 






¿Una duda?


Tengo muchas, no hay más que mirar el título de mi blog... pero supongo que ahora mismo la más frecuente en mi cabeza se parece mucho a un "¿y qué demonios voy a hacer ahora?"





Una certeza


Densidad= masa/volumen 






Un color


Rojo






Un deseo


Entrar en el conservatorio de Zaragoza 






Una virtud


Se me da bastante bien escuchar a los demás






Una frase


"Mata el odio, vuélvelo cultura"




Un sueño


Hay unas Vegas, Aitutaki y Alemania rondando mi cabeza.






Un defecto


No soy capaz de echar a la gente de mi vida a pesar de que me hagan un daño insoportable. 






¿Qué significado tiene para ti una hoja en blanco?


Me quedo con la respuesta de Yessi, un nuevo comienzo.






¿Escribes por necesidad o por afición?


Escribo cuando necesito desahogarme, por eso mismo parece que siempre estoy triste. Cuando estoy feliz suelo hacer otras cosas, sólo cojo el boli cuando necesito llorar las cosas de alguna forma.






¿Pones música en tu Blog?


Bueno, he puesto alguna canción en alguna entrada, pero no me gustaría que al abrir mi blog sonase ninguna canción.






¿Eres una persona sentimental?


Soy demasiado sentimental, creo que también se podría agregar a la pregunta sobre los defectos. 






Una pregunta


¿Es eterno el amor?






Si desearas algo, ¿qué pedirías?


Ser feliz






Cuando escribes ¿qué sientes?


Lo mismo que puede sentir alguien que corre durante 2 horas seguidas, desahogo y cansancio con todo. 






¿Eres creyente?


Sí, a mi manera. 






¿Si no fueras creyente, en qué creerías?


Si no fuera creyente no creería en nada. 






¿Qué esperas de la vida?


Que no se porte demasiado mal






Tienes un Blog, ¿por qué?


Porque necesitaba escribir en algún sitio todo lo que sentía en ese momento, que eran cosas bastante dolorosas para mí, y de alguna forma sentir que alguien me escuchaba y compartía conmigo mi dolor. No me equivoqué demasiado, como he podido comprobar en este tiempo. 






¿Crees que eres una persona a la que se reconoce tu valía?


Bastantes veces si. 




Esto puede hacerlo quién quiera. Los 5 blogs que "nomino" son: 

Julia, media luna: http://jggmaro.blogspot.com

Adagio, Sky is falling: http://nadiesperfecto19.blogspot.com

Steppenwolf, antropólogo filantrópico: http://bloggerjr2001m.blogspot.com

Mr.Peel, Buddha no ha dicho jamás una palabra (sigo pensando que "excusas para ser feo era mil veces mejor): http://jamasunapalabra.blogspot.com/

Anne, filosofía barata: http://skyinthefloor.blogspot.com

lunes, 28 de marzo de 2011

La liga más extraña de todos los tiempos

He soñado algo que creo, se merece una entrada. Hace unos días que le llevo dando vueltas a un sueño que tuve, dándole un sentido a veces gracioso, a veces melancólico, pero no se imaginan lo entretenido que es.

Soñé que con todos los hombres que han pasado por mi vida, (no necesariamente habiendo tenido una relación, simplemente servía haber sentido algo, haber tenido algo especial que siempre ha acabado en desastre total o parcial, con todos los que en algún momento me han dicho las palabras prohibidas de ocho letras) como no sabía muy bien qué hacer con ellos y con su recuerdo me hacía un equipo de fútbol.
Un equipo de fútbol meticulosamente estructurado haciendo paralelismos con lo que he sentido, entre el daño que me han podido hacer y la posición del jugador... en mi equipo podemos ver a un capitán recién sacado de una isla desierta, un portero con guantes de montador, un pichichi (dejadme, no se si se escribe así, ni siquiera me gusta el fútbol) del norte y de cierzo...

11 fantasmas bien aprovechados, si señor. Quizá algún día lo proponga.

jueves, 24 de marzo de 2011

La parodia del bar de al lado

Pero míralos, no creo que sepan muy bien lo que están haciendo. Se miran, se sonríen a los ojos, pero al bajar la mirada todo rastro de felicidad se dispersa, ¿qué creerán que está pasando realmente?.
 Se pasan el dolor como si fuese un partido de Tenis, primero uno golpea al otro con alguna anécdota y éste la recibe casi  sin moverse, pero con un temblor interior de pena, de rabia, de ganas de gritar, quizá de las 3 cosas. Pero todo duele un poco menos cuando llega su turno, saca y otra bola de rencor oculto atiza a su interlocutor de pleno. Así toda la noche.

Tuvieron que quererse mucho, o al menos esa es la impresión que me da. ¿Aún se quieren?, ¿qué puede quedar después de todo lo que han debido pasar?, ¿por qué la necesidad de provocar dolor?. No creo que se quieran ya, pero debe de quedar resquicios del recuerdo de la posesión, la necesidad de tachar a la otra persona como propiedad. Qué sorpresa se han tenido que llevar al darse cuenta de que en realidad están solos, que siempre van a estarlo a pesar de que se rodeen constantemente de palabras, gestos, besos.

Ella se ha levantado y se dirige a alguna parte, quizá al cuarto de baño del bar. La miro caminar y tiene en los ojos esa mirada que precede al grito, a las ganas de chillar toda la rabia que se lleva dentro desde hace mucho tiempo. Parece que va a perder la cabeza, pero sigue caminando con paso firme y cierra la puerta.
No sé por qué, pero me la imagino perfectamente sentada en la taza con los puños apretados, la vocecita interior intentando calmarlo todo y los ejercicios de respiración.
Mientras tanto, él está con la mirada perdida, rumiando quizá algo, quizá intentando auto convencerse de que ya no le importa nada, que ya no tiene sentido.

Cuando ella sale, se van juntos parodiando todo este absurdo, riendo a medias, tocándose un poco.

Y ahí me quedo yo, mirando cómo los hielos se van derritiendo en el vaso, pensando en todos y cada uno de los momentos de mi vida en los cuales era yo la que se metía en el baño gritándole muy bajito a mi reflejo en el cristal.

¿Pero ellos?... ellos no tienen ni idea del daño que se están haciendo

martes, 22 de marzo de 2011

Después de soñar


Se caen los montones de cajas y el espacio que queda libre en la habitación me hiela tanto que se me encoje el estómago, justo en la parte alta, en un punto muy concentrado. Tus palabras duelen y las paredes de mi casa te corean, pero no creas que te culpo, en absoluto, nunca podría culparte de nada, llamarte causante de mi pena, aunque así lo fuese. Han sido demasiadas cosas buenas y demasiado grande es la sensación de que todo se ha perdido por mi causa, que tú sólo eres el más cercano espectador de mis acciones.

Ilustrada por Lorca, yo también paseo las trenzas de mi pena por el suelo de la casa, dando vueltas con pasos cortos, rotos. Pasos que hacen llorar a las baldosas, los zapatos, los cuadros, las ventanas, mi vida entera.
Siento un frío muy familiar que se ve ahogado en los momentos de lucidez por un montón de recuerdos recientes con mantas, olas y calefactores que hacen mucho ruido. Todo eso está ahí presente, no crean que no lo veo.

¿Sabes?, hoy, cuando me mirabas con esos ojos acuosos cogiendo mi mano, me di cuenta de que cada una de mis extremidades te decía lo que siento. No es nada nuevo, nada que no sepas ni tú, ni yo, ni nadie,  pero aún así,  las palabras no salían de mi boca y por una vez en toda mi vida, contigo guardé el más absoluto silencio.

domingo, 13 de marzo de 2011

Aitutaki


Me voy a construir una casa en mitad de alguna parte, alguna isla, por ejemplo... en las islas Cook, si, en Aitutaki para ser más exactos.
Voy a ir comprando palitos de madera y poco a poco perfeccionaré mi técnica, pasaré de hacer ridículas cabañas formato ratón encima de mi mesa, casas de pájaros o cajones para los calcetines, a poder hacerme mi propia cabaña de madera en mitad de la isla más bonita que se me ocurre.

No puede ser tan difícil, yo no necesito mucho. Una habitación o dos habitaciones con todo muy concentrado sería suficiente, de hecho, estoy acostumbrada  a vivir en un espacio bastante parecido. 
Imagino que antes de dormir, escucharía la lluvia cayendo o algún animalillo al pasar. Me despertaría con el canto de los pájaros y remolonearía contando los segundos que tardan entre una ola  y otra dar contra la orilla. 

Y puede ser que en mi casita del sueño al abrir los ojos estuviera cerca tu sonrisa de tonto, fuese donde fuese. A mi lado, en una cama pequeñita o mirando por la ventana, de pie, desnudo, en medio de la nada, pero siempre muy cerca. 

También puede ser que yo nunca aprenda a construir una casa, que ni siquiera los pájaros quieran vivir en los refugios que les fabrico. Aún así, a cabezota no me gana nadie. Seguro que algún día llamaría y pediría una de esas cabañas de alquiler construidas por alguien que tiene las manos que a mi me gustaría tener. 

Claro, no sería para siempre y me sentiría como una intrusa. Casa de alquiler, sensaciones de alquiler, vistas de alquiler, besos de alquiler. No sería lo mismo, pero podría resultar lindo imaginarte deambulando mientras lees a algún poeta,  o durmiendo en una cama que no es mía. Compartiendo juntos la sensación de intrusión y de sueño pagado, pero sintiéndote muy dentro de mi cuerpo, que a fin de cuentas, es lo único que me pertenece por completo. 




viernes, 11 de marzo de 2011

Mitología del día a día


Me siento un poco como Prometeo, salvo por las cadenas, el cáucaso y el águila.

Me siento como Prometeo porque tengo la sensación que la misma situación se viene repitiendo siempre y yo no puedo hacer nada para evitarlo. No tengo ataduras, pero hay otras circunstancias que me obligan a estarme parada en mitad de cualquier parte del mundo viendo cómo alguien se come mis entrañas.

Me he dado cuenta de que el problema es que mi pájaro no es siempre un águila. Cuando por fin creo que estoy liberada, se acerca un tucán y hace lo mismo. Paso por el proceso de curación y entonces es cuando un cuervo deja de batir sus alas a la altura de mi estómago y me hiere sin remedio.
No los distingo, mis males siempre tienen una cara distinta, pertenecen a otra especie, pero en el fondo son siempre la misma historia.

"No te fíes de nadie", me han dicho hoy unos labios conocidos.

No puedo no fiarme de nadie, soy crédula por naturaleza. Cada vez que veo unas alas en el horizonte de mi impotencia pienso con esperanza: "Seguro que esta vez no pasa nada", para luego observar las heridas con una tristeza infinita y soportando el lado más frío de mi mente echándome en cara un "ya te lo dije".

Las cadenas son ésta esperanza mía que no me deja ni aprender ni distinguir. Quizá algún día saque fuerzas dignas de un titan y arrase con todo, baje de lo más alto del monte y me vaya tranquilamente a perderme por el mundo hacia un lugar en el que no existan los pájaros, o donde por lo menos pueda esconderme si escucho algún graznido o canto sugerente, de esos que engañan y enturbian las mentes serenas.


martes, 8 de marzo de 2011

La luna, la playa y Fran

Recuerdo que no sabía hacer rebotar las piedras en el agua y que el corazón se me caía a pedazos.

Recuerdo las noches en silencio observando el ir y venir de las olas. Acompañada pero a solas con mis pensamientos, por lo menos disfrutaba de tener un cuerpo humano cerca. 

No sabía hacer rebotar las piedras en el agua  y nos reíamos mucho de ello, olvidándome a base de sonrisas  de cómo me sentía en realidad. La distancia, las mentiras, los miedos.. todo hace mella y acabas ahogada en el fondo del mar. 

Pero al final aprendí a lanzar la situación y hacerla saltar hasta alejarla de mi, para sólo ver las ondas que quedaban a su paso y no volver a sentir la frustración de no controlar algo que depende únicamente de mis movimientos. 

sábado, 5 de marzo de 2011

Sobre la tela de los recuerdos.

Ayer estuve dando un concierto y pasé un frío de perros. Esta noche tengo que volver a tocar, y según lo que me han dicho, el sitio es mucho más frío que el de ayer. Estaba preparando la ropa cuando he caído en la cuenta de que mientras esté parada, me podía llevar mi palestina y no congelarme la garganta.

He ido al armarito de mi cuarto, completamente segura de que allí  estaba, y para mi sorpresa, se amontonaban perfectamente ordenados por la ley del caos todos mis pañuelos, menos la palestina.

La palestina de Javi.

Me echo las manos a la cabeza y hago memoria. En estos últimos 3 años me he mudado más de casa que de zapatos, así que en una de estas se ha tenido que extraviar con alguna caja, quedado debajo de las camas a las que no voy a volver, o muerta de frío en el fondo de un armario. Pobre Palestina, ni se imaginan el amor que llevaba encima.

La paletina de Javi...

¿Y Javi?, ¿dónde está Javi ahora?. Miro dentro del armario y solo encuentro las pelusillas y el polvo que quedó de esa preciosa amistad. De pronto, me da una pena terrible haber perdido el pañuelo. Ya no quedaba nada del olor de su propietario, pero yo me descubría a mi misma hundiendo la cara en la tela y recordando tantos momentos preciosos. Todos los recreos en los que me salvó del aburrimiento eterno, las charlas sobre política y literatura, las lecciones de música y las risas. Cuando me hundía en su pelo largo y soplaba haciéndole cosquillas, cuando me arropaba si me sentía mal, cuando me dejó la palestina, ese día de lluvia.

El tiempo al final desordenó todo y hemos acabado cada uno en un sitio. Javi ya no tiene el pelo largo, aunque por aquí, de vez en cuando, sigue lloviendo.

Hace mucho que no le veo, y las veces que lo he hecho, nuestras breves conversaciones del tipo : "hola, qué tal, muy bien" me han entristecido tanto que me he descubierto un par de veces apartando la vista cuando él pasaba.

Y lo único que me quedaba aparte de los recuerdos era la dichosa Palestina.
Esta noche, me voy a morir de frío.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Drogas de libro y tierra

¿Han leído alguna vez "Un mundo feliz"?. Si lo ha hecho, sabrán lo que es el "Soma". Para los que no lo sepan, o para los que no lo recuerden, el "Soma" es una droga legal que suministra el propio gobierno y a la que los ciudadanos están completamente enganchados. Dicha droga está destilada en casi cualquier alimento, hasta el punto de que la gente come   y bebe Soma.

Tienen unas determinadas dosis para cada ocasión: medio gramo para una de asueto, un gramo para el fin de semana, dos gramos para un largo viaje y tres para una eternidad en la luna.
Así, el estado puede controlar los sentimientos de la población, tenerlos contentos y poder llevar la metrópolis sin ningún incidente.

Hoy, me he dado cuenta de que yo tengo mi ración de Soma particular, dentro de este estado llamado Kalina, en el que hasta hace poco sólo había enfrentamientos.  No es como la que Aldous Huxley describe en su maravilloso libro, pero el procedimiento y la sensación vienen a ser los mismos. Llego a casa y pienso en tomarla, voy por la calle y la quiero, me levanto y me acuesto pensando en ella, y no puedo evitar morirme de miedo.
Aún así, mi ración de Soma tiene su nombre y sus apellidos. También puedo ponerle cara, lo cual lo hace más efectiva, más real, más auténtica.

Creo que el único inconveniente en todo esto, es que cuando se acaben los recursos, cuando mi Soma siga teniendo nombre, pero no recuerde su cara, va a tocar tener que volver a empezar de nuevo. Sobrevivir a la desintoxicación y caminar sola hasta perderme, o hasta que se inicie de nuevo el proceso de cura.