¿Y si nunca encontramos judías mágicas? ¿ Y si solo encontramos... judías?

domingo, 10 de julio de 2011

Sus ojos verdes


Hoy, mirando los granos de arena en la playa, he notado que alguien me observaba, cosa que me suele poner bastante nerviosa. He levantado la vista y me he encontrado con unos ojos que no esperaba ver, fijos, verdes, tristes. ¿Cuánto hace de aquello?, ¿cuánto sin mirarnos de esta manera?.
Nos hemos quedado ahí parados mientras el resto de la vida iba pasando, recordando a la par las mismas cosas, eso seguro. Muchas noches atrás crecí un poco agarrada a esas manos, sané los primeros males  con su compañía, y aún hoy sigo tarareando las canciones que silbaba mientas bajábamos a la playa todos los veranos.
Tras el impacto de encontrarme con esa mirada más de otro mundo que del mío, he bajado la vista por su cuello, por sus hombros, por su pecho desnudo, y he vuelto a sorprenderme. Sigue llevando el collar que le regalé, una tontería que cargas de significado en algún momento de tu vida y cuelgas del cuello de alguien con la esperanza de que no te olvide. Sólo he regalado dos collares en mi vida, y él, hoy, ahora, lo sigue llevando. Sigue colgando la misma cadena, las mismas iniciales grabadas en la plata, y yo se que él no se olvida de ese momento.
Lo dejé en su mesita de noche, colgando de la lámpara, decidiendo en ese mismo momento que sería algo que tomaría por costumbre cuando se mereciera, cuando tuviera la misma sensación de poder perder a alguien en cualquier momento.
Mis ojos han vuelto a los suyos, me sonreía de medio lado. Yo también lo he hecho y así hemos estado el tiempo suficiente como para poder decirle en mi mente que yo tampoco me olvido, que nunca lo hago.

 Se fue por el paseo marítimo, rodeado de gente sin mirar atrás ni un momento. Así deben ser las cosas, supongo. Le he seguido con la sonrisa hasta que se ha perdido de nuevo entre la gente, repitiendo en mi cabeza muy alto que volviera, que no se fuera, que no nos perdamos de nuevo.

3 comentarios:

  1. Así de sedosos son los hilos de la textura humana: Imposible retenerlos . Se deslizan y devanan inconsistentes.
    A los sentires/desprecios/quereres/ les ocurre otro tanto: La huella que dejan desaparece como arena de playa, mojada.

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  2. Joer Kalina qué bonito.
    El detalle del collar es precioso, aunque a ser sinceros a mi las cosas que me regalan no me gusta llevarlas por si se rompen, por eso tengo mi cajita de recuerdos xD

    PD: Sí, puilla, que me tiene la peña ya harta XD

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  3. Antonio Hedrer Gudene11 de julio de 2011, 14:29

    Muy lindo cosita :)
    A mi también me pierden los pequeños detalles, siento al que no le guste T_T

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