¿Y si nunca encontramos judías mágicas? ¿ Y si solo encontramos... judías?

jueves, 24 de marzo de 2011

La parodia del bar de al lado

Pero míralos, no creo que sepan muy bien lo que están haciendo. Se miran, se sonríen a los ojos, pero al bajar la mirada todo rastro de felicidad se dispersa, ¿qué creerán que está pasando realmente?.
 Se pasan el dolor como si fuese un partido de Tenis, primero uno golpea al otro con alguna anécdota y éste la recibe casi  sin moverse, pero con un temblor interior de pena, de rabia, de ganas de gritar, quizá de las 3 cosas. Pero todo duele un poco menos cuando llega su turno, saca y otra bola de rencor oculto atiza a su interlocutor de pleno. Así toda la noche.

Tuvieron que quererse mucho, o al menos esa es la impresión que me da. ¿Aún se quieren?, ¿qué puede quedar después de todo lo que han debido pasar?, ¿por qué la necesidad de provocar dolor?. No creo que se quieran ya, pero debe de quedar resquicios del recuerdo de la posesión, la necesidad de tachar a la otra persona como propiedad. Qué sorpresa se han tenido que llevar al darse cuenta de que en realidad están solos, que siempre van a estarlo a pesar de que se rodeen constantemente de palabras, gestos, besos.

Ella se ha levantado y se dirige a alguna parte, quizá al cuarto de baño del bar. La miro caminar y tiene en los ojos esa mirada que precede al grito, a las ganas de chillar toda la rabia que se lleva dentro desde hace mucho tiempo. Parece que va a perder la cabeza, pero sigue caminando con paso firme y cierra la puerta.
No sé por qué, pero me la imagino perfectamente sentada en la taza con los puños apretados, la vocecita interior intentando calmarlo todo y los ejercicios de respiración.
Mientras tanto, él está con la mirada perdida, rumiando quizá algo, quizá intentando auto convencerse de que ya no le importa nada, que ya no tiene sentido.

Cuando ella sale, se van juntos parodiando todo este absurdo, riendo a medias, tocándose un poco.

Y ahí me quedo yo, mirando cómo los hielos se van derritiendo en el vaso, pensando en todos y cada uno de los momentos de mi vida en los cuales era yo la que se metía en el baño gritándole muy bajito a mi reflejo en el cristal.

¿Pero ellos?... ellos no tienen ni idea del daño que se están haciendo

5 comentarios:

  1. estoy viendo chungking express, me gusta, las calles, la comida, la publicidad... los diálogos y las historias son muy originales y las imágenes, en fin haber si acabo de verla, últimamente soy incapaz de ver una película entera, será saturación o indigestión. Pero esta mola, gracias, ciao.

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  2. eso tiene tda la pinta de ser fruto del amor que se tuvieron y se tienen.

    Es precioso, un abrazo

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  3. Genial, como todo lo que escribes, hermanita.

    PD: He de decirte que el primer párrafo me ha recordado cierta cosa.

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  4. Trsitemente son las cenizas que van quedando de aquel amor que con tanta entrega y pasión alguna vez se entregaron...

    Al final solo eso quedo.

    Te dejo un fuerte abrazo.

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  5. Bonito relato Kalina,triste y real, pero narrado en voz en off, como una película de Scorsese.
    La experiencia de "radiar" lo que vives es curiosa, tu solo eres observador y si entras en el guión, eres un personaje más. Si buscas una historia sacada del directo, solo es necesario un boligrafo y papel en ese momento.

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