¿Y si nunca encontramos judías mágicas? ¿ Y si solo encontramos... judías?

viernes, 26 de noviembre de 2010

Sobre la felicidad en la vida

Tengo la fórmula de la felicidad, aunque no he descubierto la pólvora. Esta regla no es universal y probablemente no le sirva a casi nadie, pero desde que la he madurado por completo me siento mucho mejor, estoy (y después de muuucho tiempo) feliz.

Esta técnica consiste en borrar el concepto esperanza de tu día a día. ¡Ojo! nuestra cultura nos hace pensar automáticamente que la eliminación de la esperanza es sinónimo de una existencia condenada a la desesperanza. En esta regla no se admiten los antónimos. No se admiten falsas esperanzas. No se admite esperar lo imposible, aunque sí soñar con ello.
Lo único que admite sin tapujos esta nueva regla es disfrutar el día a día, con sus cosas buenas y sus cosas malas. Suena al típico consejo y es algo que todos sabemos.. bien.. ¿por qué no aplicarlo?
Algo ha pasado en mi cabeza, llegó un día que se activó un mecanismo y al despertarme me dije: kalina, ¿para qué seguir esperando?

Resulta que al final soy feliz con lo que tengo, y lo que no tengo... ¿por qué esperarlo? ¿por qué tener la esperanza de que algún día llegue?. Bastantes limitaciones te pone la vida como para encima crearte tú solito un mundo de sueños inalcanzables y sufrir por ello.
Los sueños están muy bien, por eso hay que direccionar nuestra vida hacia ellos, pero no convertirlos en  un objetivo que no nos deje respirar si no lo alcanzamos.

Espero que esto le pueda servir a alguien.

5 comentarios:

  1. Personalmente, no veo los sueños como un objetivo, si no como más bien una meta final, en la que la recompensa merece el esfuerzo aplicado.

    Imaginate que Octubre apareciera de nuevo en mi vida, para quedarse. Todo els sufrimiento sería convalidado por bueno. Después de todo la felicidad se compone de pequeños momentos (aunque luego Octubre y yo no funcionasemos, seríamos felices por momentos)

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  2. La verdad es que es una buena fórmula, empezaré a probar, pero me costará porque suelo esperar mucho de las personas... Cada vez me doy cuenta de que hay muy pocas que merecen la pena

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  4. "Resulta que al final soy feliz con lo que tengo, y lo que no tengo... ¿por qué esperarlo? ¿por qué tener la esperanza de que algún día llegue?."

    Cuando tienes poco o nada lo único que te queda es esperarlo, ¿no crees? Hay, como has dicho, casos y casos, y en el mío prefiero dedicar mi vida a uno o muchos objetivos con (sí) la esperanza de que alguno de ellos pueda llegar a ocurrir, y si no, bueno, habrá sido una vida malgastada, sí, pero no vacía. Imagína un día a día en el que solo vives 10 horas a la semana... No es posible ser feliz.

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