¿Y si nunca encontramos judías mágicas? ¿ Y si solo encontramos... judías?

lunes, 17 de enero de 2011

De las pocas cosas largas que escribo. Parte 1

Lunes - 11:30 Horas

La habitación está completamente acolchada, todo es blanco y silencioso, me cuesta hacer callar mi propio pensamiento. Siento que una enfermera se acerca. No puedo escucharla, pero mi cuerpo ha desarrollado una capacidad para descomponerse a la altura del estomago cada vez que se acerca alguna de esas inocentes trabajadoras que se ve obligada a darme mi pinchazo diario, justo debajo de la barbilla… es desagradable hasta para el que lo realiza.
No puedo moverme, me han inmovilizado por completo, solo tengo libertad en los ojos, los cuales aquí adentro no tienen mucho donde mirar, bueno… y por supuesto, en la mente. A veces pienso que sería mejor estar muerto, así al menos pararía este sin fin de ideas que nunca llegarán a ninguna parte . ¿Alguien se ha planteado alguna vez cuántos pensamientos distintos pueden pasar por la cabeza de una persona en menos de un minuto? Una recomendación, no lo hagan.

“clack , clack, clack”
Acaban de abrir la puerta y los tacones de María (la rubia y regordeta enfermera de los lunes y jueves) resuenan mientras entra hablando en voz alta de sus cosas, como siempre:
- ¡Este mundo está loco!
- Dímelo a mi – contesto con ironía desde la impotencia de mi camisa de fuerza
- Esto es intolerable…- María habla para sí, ni siquiera me mira mientras rellena la aguja con ese líquido tan desagradable
- ¿Qué ha pasado esta vez, si puede saberse?
- ¡Ay, Emile, tú si que me entiendes! –Dice cruzando su mirada con mis ojos marrones por primera vez en esa semana, encontrándose con mi sonrisa divertida
- Es un poco preocupante que encuentres comprensión en alguien que se encuentra totalmente inmovilizado en un hospital para enfermos mentales
- Quizás yo también deba colocarme una camisa de fuerza, quien sabe- Se quedó un rato sopesando esa posibilidad y noté el rechazo inmediato en su mirada – Levanta un poco la cabecita, cielo
- María, odio esa medicina, ¿no podríamos reducir el tratamiento?
- Pero esta medicina te hace bien, te ayuda a estar más tranquilo
- Es probable, pero cuando la tomo, no consigo distinguir del todo bien que es real y que no
- Nadie va a creerte si ese es tu argumento… la medicina únicamente se encarga de eso, de que pueda distinguir que es o no real, tu incapacidad para ello es lo que hace que te encuentres aquí… ya hemos discutido esto muchas veces.

Es inútil, María no me comprende. Nadie lo hace… reconozco que estoy loco, si… ¿y quién no en este mundo?, pero que yo reconozca con sinceridad mi locura es lo que me hace estar más cuerdo que el resto. Todos hemos perdido el juicio, las serpientes de corbata y la maldición de lo material han acabado con la poco humanidad que de por si tenemos los humanos,  y yo solo soy de los pocos que tienen lo que hay que tener para decirlo.
- ¿Volverás esta tarde?
- ¿Para qué?
- Necesito algo de compañía…
- ¿Por qué no sales en las horas que os están permitidos a los de la planta 3?
- No me gusta relacionarme con los internos…
- Nunca comprenderé esa manía
- Me recuerdan mi estado, apagados, sin vida, ya son muchos años dentro de estas cuatro paredes. Prefiero hablar con gente como tú, me ayuda a recordar que todavía hay gente con vitalidad y ganas de vivir.
- Cielo… -María me mira ahora con preocupación y con cariño. Odio la lastima que desprenden sus ojos, y por un momento odio todo su ser, y si me apuran, al mundo entero.
- Se me nubla la vista
- Descansa
Descansa, descansa… ¿Descansa de qué? Necesito descansar de descansar, no hago otra cosa en estas cuatro paredes que se han convertido poco a poco en mi nueva tortura permanente.

5 comentarios:

  1. No... puedo decir nada. Perfecto, estoy seguro de que mucha gente se va a identificar en seguida con muchas cosas, entre los que me incluyo.

    Me quedo con:

    "Nadie va a creerte si ese es tu argumento… la medicina únicamente se encarga de eso, de que pueda distinguir que es o no real, tu incapacidad para ello es lo que hace que te encuentres aquí… ya hemos discutido esto muchas veces."

    Muchas, demasiadas veces, cuando algo está estipulado se da por hecho que no puede fallar. La incapacidad de las personas para aceptar la novedad, aunque teóricamente imposible, puede resultar dolorosa, y demasiado determinante en muchas ocasiones. Por poco que sea, si no se admite el hecho de que algo puede no ser irrefutable, da lugar irremediablemente a dolor innecesario. Con lo fáciles que son las soluciones de algunos problemas si la gente abriera más su mente...

    Genial =)

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  2. "Es inútil, María no me comprende. Nadie lo hace… reconozco que estoy loco, si… ¿y quién no en este mundo?, pero que yo reconozca con sinceridad mi locura es lo que me hace estar más cuerdo que el resto. Todos hemos perdido el juicio, las serpientes de corbata y la maldición de lo material han acabado con la poco humanidad que de por si tenemos los humanos, y yo solo soy de los pocos que tienen lo que hay que tener para decirlo."

    No sé si era tu intención, pero se me ocurre usarlo como metáfora para reflejar que la gente con respuestas, es silenciada por ser contraria al sistema. Me recuerda a lo que estuvimos hablando, si realmente hay gente con ideas nuevas, pero desiste de intentar implantarlas, ¿dónde están los cambios? ¿Y la revolución? Me ha encantado ese párrafo. :D

    Saludos!

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  3. Conversaciones en el psiquiátrico, me ha recordado a la película de Jack Nicholson, Alguien voló sobre el nido del cuco, llega un momento en que los mas cuerdos parecen ser los internados.
    Saludos Kalina.

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  4. Pues sigue escribiendo, tienes puntería.

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